Seguridad acuática (Parte II)

“El ahogamiento se presenta a nivel mundial entre las diez primeras causas de muerte por lesiones no intencionales en la infancia y la adolescencia.” (OMS, 2014)

Alrededor de 360,000 personas mueren ahogadas anualmente. Sí existe un fenómeno que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, éste es el número de personas que acude a piscinas, playas, lagos, lagunas a disfrutar del agua y la natación sobre todo en la temporada cálida del año. Esta circunstancia pone a una parte de esa población en riesgo.

Clases de natación vrs. educación acuática:

Esta primera busca abarcar esa parte de seguridad acuática o alfabetización acuática , como bien los describe Moreno-Murcia & Ruiz, 2019: “Desde una perspectiva educativa contemporánea , la competencia acuática involucra no solamente a la habilidad de moverse en el agua, sino que también a la capacidad para interpretar situaciones que requiere una actuación competente, la habilidad para iniciar relaciones con los demás en el agua y la capacidad para resolver problemas acuáticos con o sin material, solo o en compañía.”

Seguridad Acuática

La seguridad acuática debe aplicarse en todos los ámbitos, desde enseñarles a buscar el reglamento de conducta en cualquier escenario (piscina recreativa, educativa, de entrenamiento, río, laguna, lago o el mar) hasta tomar en cuenta los siguientes factores: horas recomendadas de baño, si cuenta o no con uno o varios guardavidas, no correr alrededor de una piscina y obviamente como padres dar el ejemplo, entrar de forma correcta al agua, por las gradas o escaleras, nunca tirarse en una piscina o manto acuático que no conozcamos ya que puede tener una profundidad de 60 cm donde nos lastimemos severamente o 3 m donde pueda ocurrir un gran susto por no tocar fondo. Y no digamos en la naturaleza, donde hay piedras y otras amenazas.

Regla importante: Otra parte muy importante es NO nadar solos (sobre todo en los niños), siempre debemos estar en supervisión aun si somos nadadores experimentados. Siempre se debe avisar a alguien, sobre todo si es en aguas abiertas. Usar una boya de seguridad que además aumenta mi visibilidad ante lanchas, motos de agua o cualquier vehículo acuático.

Sea cual sea el motivo de buscar el agua, ya sea por diversión, enseñanza, salud, entrenamiento, competencias o una experiencia nueva, siempre debemos ser conscientes de las medidas de seguridad que estas conllevan. Recuerden, la seguridad es lo primero.


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