En la actualidad, el tiempo es el recurso más importante de todos. La forma como utilizamos nuestro tiempo determina el éxito que tendremos en nuestros proyectos personales y profesionales. Si te preguntas cómo las personas llevan una vida de rutina (familia, trabajo y estudios) y cómo, sumado a ello, logran hacer tiempo para el gimnasio, la respuesta es simple: tienen clara una prioridad.
El ejercicio les da más energía y les permite optimizar su tiempo. Es por ello que en este segmento hablaremos de cómo rentabilizar tu tiempo y entrenamiento. No te queremos convencer de que debes hacer ejercicio, ya que este blog está creado para personas que ya están conectadas con un estilo de vida fitness. Si tú ya lo estás, continúa con la lectura. Si aún te lo cuestionas, te invito a que leas unos párrafos y tomes lo importante.
Pero si lo tuyo es Netflix, los amigos y el after office, ya no sigas con la lectura. Puede que se altere la forma como estás ocupando el tiempo y rompas con tu rutina de vida “normal”. Este blog es para los que buscan dar un paso a su mejor versión.
El tiempo
Cuando estaba en básicos, un maestro nos pidió que definiéramos la palabra “tiempo”. Creo que todos tratamos de dar un concepto con base en nuestros conocimientos, pero había un problema: siempre utilizamos el término “tiempo” como algo redundante relacionado a una medición de acontecimientos.
Bajo este consistente problema de definición, el profesor nos hizo un pequeño análisis: define el tiempo basándose en el pasado, presente y futuro. En ese momento nuestra cabeza entró en crisis, el tiempo pasó de ser un medición de acontecimientos a algo complejo y difícil de entender ya que, si lo basamos en el pasado, los acontecimientos pasan a un sistema de registro; por lo tanto, el tiempo se transforma en un antecedente histórico. Si nos vamos al presente, el tiempo se transforma en un ente perceptivo del espacio que estamos ocupando y las circunstancias a las que nos estamos enfrentando. Si lo vemos en el futuro, el tiempo se transforma en probabilidades, de realidades inexistentes que solo habitan en nuestra mente.
Terminado el análisis tan complejo al que fuimos sometido, el profesor nos dibujó en la pizarra un esquema simple relacionado con el tiempo en el cual lo colocaba como una moneda de intercambio, un recurso finito que bien utilizado determinaba la calidad del pasado, presente y futuro en una misma línea. Entonces, a nuestros casi 15 años vimos al tiempo por primera vez como lo que realmente es: un RECURSO.
Muchos años (y tiempo despilfarrado) después, me doy cuenta de que el tiempo es el recurso finito más preciado para cada individuo. Sin importar la posición social, el tiempo es el único recurso que es igual para todos, pero la diferencia es cómo lo utiliza cada uno.
El entrenamiento
Lo primero es darle un valor a este recurso y balancearlo con otros recursos que también son importantes. Para fines prácticos de este blog, haremos la comparación con otro recurso igual de importante: la salud.
Todo mundo quiere salud, solo que no están dispuestos a tomar tiempo e invertirlo en la salud. Cuando llega la escasez de salud es cuando todo mundo corre a los gimnasios a hacer de todo, pensando en retroceder el tiempo para eliminar todo lo malo y asegurar un futuro saludable. Ahí es donde sucede la encrucijada.
En el presente no puedes tomar el tiempo que no aprovechaste en el pasado para asegurar un futuro saludable. Por ello, si quieres 10 años de salud a futuro, inicia hoy. Eso sí, no hagas una rutina como si llevaras 10 años ejercitándote, sino llevando un ritmo que te permita completar los 10 años que te has propuesto. Recuerda que no es sprint, es una maratón.
Después de apalancar el tiempo con otro recurso, debes trazarte una estrategia que te permita aprovechar cada momento para activarte. Puede ser 1 hora, 2 horas o 3 horas. ¿A la semana? ¿Al mes? La respuesta es simple. Debes inverte la hora, 2 horas o 3 horas AL DÍA, ya que mientras más te gusta el entrenarte, el tiempo que quieres invertir es mayor sin exceder y caer en sobreentrenamiento. Si eres un entusiasta del fitness, 1 hora es el equivalente a una clase grupal. Si ya estás enganchado, puedes hacer 2 clases y luego hacer un poco de pesas. Sumado a una ducha de agua fría para activar el cuerpo y salir a tu trabajo, seguro estarás entre 2 y 3 horas activo, caso contrario a 3 horas en el tráfico.
Tips para rentabilizar tu tiempo y entrenamiento.
- Escoge una jornada de horario: puede ser muy temprano, a media mañana, mediodía, tarde o noche, eso es tu decisión. Lo importante es mantenerlo, ya que tu cuerpo se adaptará fisiológicamente al horario y eso te permitirá aprovechar el tiempo invertido.
- Define tus actividades a realizar y programa en bloques por día.
- Prioriza las pesas y el trabajo funcional: En la actualidad, múltiples estudios comprueban que el trabajo de pesas y entrenamiento funcional supera la efectividad que una hora continua de trabajo cardiovascular.
- Al llegar al gimnasio, inicia tu programa de entrenamiento inmediatamente para aprovechar cada minuto de energía disponible..
- Prioriza tu entrenamiento sobre cualquier otra actividad secundaria. Al final del recorrido de la vida, 1000 horas de entrenamiento son de mayor beneficio que 1000 horas de after office.
NUNCA DEJES DE ENTRENAR. Que nada te quite el impulso de ir al gym.